Casa De Len

Mientras iba en bicicleta, tenía un mapa, en que que estaba ubicada mi casa. - Qué ganas tengo de verla... - dije mientras sonreía. Llegué al poco tiempo, mi bici era rápida. La dejé aparcada en la puerta, mientras la abría con la llave. Entré. La verdad, no era muy grande pero estaba bien. Tenía una segunda planta, en la que estaba mi habitación, con pared pintada de colores. - Tengo que cambiar esto... - dije mientras las miraba serio. Bajé otra vez a la primera planta, para seguir investigando.

Pegaron en la puerta - ya voy... - dije mientras recorría el pasillo.

Llegué lo más rápido que pude a la puerta, y miré por el agujero a ver quien era. Era una chica rubia, con el pelo largo y unos preciosos ojos azules. Era una chica parecida a la de mi sueño del bosque. Abrí la puerta - Hola - le dije mirándole a los ojos.

Note la puerta abrirse, di unos pasos hacia atrás totalmente nerviosa ¿Que le podría decir? Apenas conocía yo la ciudad como para mostrársela por completo. Note mis mejillas arder cuando vi a un chico rubio de unos lindos ojos azules-Ho-Ho-Hola- tartamudee poniéndome totalmente recta. Empece a rodar mis ojos para no mirarles a los suyos o me pondria mas nerviosa

La chica se sonrojó al verme, y rodaba los ojos - ¿Te pasa algo? - dije mientras la miraba sonriendo. Parecía nerviosa, lo cual me pareció muy tierno.

Di un profundo suspiro, tenia que relajarme como fuese- Na-nada en realidad tra-tranquilo- balbucee aun bastante nerviosa- Te-tengo que mostrarte la ciudad po-por eso estoy a-aqui- me quede mirando mis pies sin saber que mas decir,no queria espantar al chico pero conocer a gente nueva me ponia muy nerviosa.

La chica me dijo entre balbuceos que venía a enseñarme la ciudad, asentí. Estaba bien que la gente hiciera eso. - Está bien - salí de la casa y cerré la puerta, esperando a que me llevase a alguna parte.

Pues... - puse mi mano tras mi cabeza - Para serte sincero, transmites confianza. ¿Sabes qué? El otro día tuve un sueño con una chica muy parecida a ti, pero, lo raro era que tenía alas de ángel... posiblemente por eso me haga confiar en ti... por cierto, soy Len. Encantado.

Me quede totalmente confundida ¿Me habia visto en sueños? Quizas habría sido otro angel. No tenia muchas ganas de contarle que yo poseía alas blancas por lo que cerre la boca sin apartar la mirada de él- ¿Alguien parecido a mi? Ah,mi nombre es Naminé, encantada de conocerte Len-kun- sonrei amablemente, ya no estaba tan nerviosa. Parecía buena persona

El placer es mio, Naminé - dije sonriendo - si... te he visto en sueños... parece raro... pero, si... - A veces tenía sueños que se hacían realidad. Cuando era pequeño, soñé que a el perro de mi hermana lo pillaba un coche, y al día siguiente pasó eso. Desde entonces, intento dormir lo menos posible, por que mis sueños pueden hacer daño a otras personas.

-Eso que has soñado es imposible, como voy a ser un ángel- rei levemente, me estaba poniendo otra vez nerviosa pero si le decía que realmente lo era podría gritar y asustarse de mi y yo no de seaba por nada del mundo eso

Pues... no sería raro... - me senté sobre un muro que había junto a una escalera - desde pequeño, lo que sueño se hace realidad... - dije mirando al suelo, triste, y con la mirada perdida - siempre me ha traído problemas eso...

-Las pesadillas son a lo que mas temes por ejemplo si yo temo a las arañas tengo pesadillas con arañas, es según la mente del humano- ¿Le diria la verdad o el solo se daria cuenta? Era raro eso de que tus sueños incluso los malos se hicieran realidad, nunca imagine algo asi y esperaba que no me ocurriera ya que podria ser divertido y aterrador a la vez

negué con la cabeza. No era el único en mi familia que podía hacer eso. Estuve investigando, y varios antepasados míos, eran capaces de hacer eso. - No es eso... no soy el único que puede hacerlo... - miré a la chica, serio. - Todo lo que sueño, sea lo que sea, tarde o temprano se cumple.

Llegue corriendo mega contenta de poder volver a Len
-Hay alguien en casa?-dije tocando a la puerta.Respire hondo.Estaba nerviosa de poder volver a ver su rostro, muy parecido al mio.
Me sorpendi a mi misma:estaba más energica que lo normal.Pero me puse recta y espere a que abrise.Se oian voces de una chica y un chico.No me importaba:era mi hermano.

Espera, han llamado a la puerta, en seguida vuelvo. - le dije a Naminé. Iba a ver quien había pegado en la puerta. La abrí, era mi hermana Lenka - nee.. Lenka.. - le abracé sonriendo. Estaba feliz de poder volver a verla, después de todo, era mi hermana.

Sonreí y le abracé
-Hermano mayor, cuanto tiempo...Estaba casi segura de que no nos ibamos a volver a ver y mi casa esta a dos casas despues que la tuya.Te he echado de menos...-le dije muy ilusionada y con lagrimas de la emocion.Le tendi un paquete:
-Es para ti, abrelo-le dije sonriente.Era un paquete pequeño, pero contenia algo muy valioso.

Mi hermana empezó a hablarme, con lágrimas en los ojos, lo que me entristeció un poco verla así tan triste... me dio un paquete, y lo cogí sorprendido - Y-yo... no esperaba algo así... Lenka... v-vamos, entra... - dije apartándome de la puerta, para dejarle pasar.

-Perdon si te he entristecido.Es la emoción de volver a verte.Gracias.-le dije mientras pasaba.Al entrar, vi a una chica mucho mas mayor que yo muy guapa.
-H-Hola...Mi n-nombre es Lenka, su hermana... Encantada...-dijeo muy tímidamente con las manos en el regazo de mi falda.Me costaba mucho abrirme excepto con mis hermanos.Deje el paquete en la mesa de centro y me quede de pie.

Le di un golpecito a Lenka en el hombro desde detrás, para hacerle saber que no mordía la chica. Podía hablar bien con ella, era muy agradable - No seas tan corta con ella ... - le susurré al oído.

Me acerqué un poco más.La chica me sonreía muy amablemente.
-Perdona, pero esque hablar con gente desconocida no es mi fuerte.-dije riendo timidamente.

-E-encantada me-me llamo Naminé. Es un placer conocerte- Mis mejillas carmesíes que marcaban de nuevo un sonrojo por mi timidez al estar con alguien nuevo-E-esto si lo preferis puedo marcharme, no quiero interrumpir un momento fraternal- Mire mis zapatos con algo de tristeza, nunca tuve hermanos con los que comparti mi amor, quizas si lo tenia pero no veia a mis padres desde hace muchísimo tiempo por lo que ya no era hija de nadie

Le puse una mano en el hombro y presione suavemente hacia abajo.
-La que deberia irse seria yo, os he interrumpido.Ademas, no molestas, Naminé.Tranquila, quedate con nosotros.-dije dulce y amablemente a la chica que por cierto, era muy guapa.